Desde que empecé a ir con Marcela he empezado a ver pequeños cambios en mi día a día que me han ayudado, y la gente se empieza a dar cuenta de mis cambios.

Me ha dado herramientas para que el proceso sea más fácil y duradero.

Me enseñó que la vida no tiene que ver con lo que nos pasa, la vida tiene que ver con lo que hacemos para que nos pase.

‍ ‍-Mayte

Tuve la fortuna de coincidir con Marcela Mercado en el Camino de Santiago, y su acompañamiento fue transformador. A través de su ejemplo, charlas cotidianas llenas de sentido, escucha genuina y contenido cuidadosamente curado, me ayudó a identificar hábitos que no me sumaban —como el consumo excesivo de cafeína— y a replantearlos con conciencia.

Su enfoque cercano y práctico me inspiró a adoptar un estilo de vida más saludable y coherente conmigo misma.

-Pilar

La historia de éxito de Marcela, su tenacidad, conocimiento y amor por compartir me ha inspirado a ser más consciente de la importancia de invertir en mi salud y bienestar integral.

Es una ejemplo para mí, no solo en temas de salud, sino en sus valores y estilo de vida en todas las áreas. ¡Su acompañamiento en momentos difíciles de mi vida ha sido como un salvavidas!

-Andrea

A los pocos días de recibir la noticia de que tenía un carcinoma en el colon, que tenía que ser operada y posiblemente recibir tratamiento, tuve la oportunidad de tener una llamada con Marce Mercado.

Ese intercambio de palabras me dio luz para afrontar lo que estaba viviendo y lo que avenía.

Gracias, Marce, por tu tiempo, tu amor y empatía, fue de gran utilidad.

-Maye

Cuando atravesaba uno de los momentos más difíciles de mi vida, fue cuando una amiga muy especial, que también es coach, decidió acompañarme no sólo con su cariño, sino con su vocación.

Con ella no hubo juicio ni frases hechas. Hubo escucha, respeto y una estructura clara que me ayudó a empezar a reconstruirme desde lo esencial: mis hábitos.

Juntas, comenzamos a diseñar pequeñas acciones cotidianas que me devolvieran el control sobre mi vida. Me recordó que cada elección que hago es una forma de cuidarme, y que incluso en medio del dolor, puedo elegir caminar hacia una versión más fuerte y libre de mí misma.
‍ ‍ -Lena

Me habló del cuerpo, de moverse, de alimentarse mejor, de dormir bien, pero sobre todo me habló del alma. Me enseñó que elegir cuidarme era una forma de recuperar el control sobre mí misma, de proyectarme hacia un futuro distinto, mío, posible.

Hoy, ese trabajo que ella hizo conmigo no sólo me dejó herramientas para el presente, sino una visión para el futuro, el de una mujer que, a pesar de las caídas, se levanta, se cuida y se respeta.

Aprendí que no se trata de ser perfecta, sino de ser constante en levantarme y volver a elegirme de nuevo.

-Lena